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Metodologías de trabajo en equipo, en online o semipresencial

Una de las competencias clave en la etapa universitaria es, sin duda, el trabajo en equipo. A ella van ligadas otras competencias tales como las habilidades en las relaciones interpersonales, el reconocimiento a la diversidad y multiculturalidad o el razonamiento crítico.

En la educación presencial nos resulta “fácil” potenciar el trabajo en equipo mediante la propuesta de trabajos en grupo. Sin embargo, en la educación online o semipresencial nos cuesta incluir trabajos de esta tipología porque los alumnos no se encuentran físicamente en el mismo espacio.

Los alumnos de esta modalidad deben adquirir las mismas competencias que sus compañeros de la modalidad presencial

Más allá de plantear actividades susceptibles de ser realizadas en grupo a modo de “reparto de porciones” de la tarea, este curso pretende establecer las bases metodológicas del Aprendizaje Cooperativo, AC, para poder plantearlo de un modo eficaz en la educación a distancia.

No debemos olvidar que los alumnos de esta modalidad deben adquirir las mismas competencias que sus compañeros presenciales, por lo que es fundamental proponer actividades en las que puedan desarrollar esta capacidad para trabajar junto a sus iguales.

Cierto es que no es una tarea fácil, puesto que se debe diseñar muy bien la actividad y organizar el trabajo de una forma adecuada. Sin embargo, con ayuda de la tecnología y un poco de motivación, se logran resultados excelentes.

1. ¿Qué es el Aprendizaje Cooperativo?

Tanto nosotros como nuestro alumnado debemos saber en qué consiste el AC.

El AC es una metodología educativa que consiste en que cada alumno, como miembro de un equipo, aporte sus conocimientos para que él y sus compañeros aprendan lo máximo posible. De esta forma, logramos:

  • Aumentar el rendimiento de todos los alumnos, pues tienen que esforzarse por aprender y conseguir que sus compañeros aprendan.
  • Establecer relaciones interpersonales entre los estudiantes que les permitan respetar la diversidad, de tal manera que comprendan que todos somos diferentes y eso nos hace mejor grupo.  
  • Motivar otras formas de trabajar que permitan adaptar los procedimientos propios a los de los compañeros con el fin de obtener el mejor resultado posible.

¿Qué es y por qué apostar por el aprendizaje cooperativo? Fuente: SMconecta2.

Resumiendo

El AC es compatible con cualquier otra metodología de enseñanza. De hecho, la mayoría de los métodos docentes recurren al AC para complementar la formación del alumno, pues la manera más eficaz de lograr las competencias descritas anteriormente.

El rol que adopta el profesor en el AC es el de orientador, que guía a cada grupo para que consiga el mejor aprendizaje y media resolviendo los conflictos que puedan surgir.

Los estudiantes, por su parte, son sujetos activos que deben potenciar sus cualidades individuales para llegar a un fin común.

Características del Aprendizaje Cooperativo

Las características principales del AC son las siguientes:

  • El número de componentes es variable.
  • Los grupos pueden ser formados por el profesor, o bien por los propios alumnos.
  • Todos los alumnos reciben la información de la misma manera.
  • Todos los componentes del grupo tienen que ponerse de acuerdo para llegar a un criterio común.
  • Todos los miembros del equipo interactúan entre sí durante el proceso.
  • Se precisa el trabajo activo de todos los compañeros para que el resultado sea satisfactorio.
  • La carga de trabajo se reparte según las habilidades de cada componente.
  • Todos los integrantes del equipo conocen el trabajo completo a la perfección, no solo la parte que han realizado.
  • Se obtiene una sola calificación por grupo, común a todos los alumnos que lo forman.

En el siguiente vídeo, podéis ver muchas más características del AC.

Aprendizaje Colaborativo. Máster en Redes Sociales y Aprendizaje Digital. Fuente: realidad0mirada.

2. ¿Cómo aplico el Aprendizaje Cooperativo?

Ahora que conocemos qué es el Aprendizaje Cooperativo, veremos cómo llevarlo a cabo en el “aula”.

Diseño de la actividad

Design Thinking. Fuente: URJC.

Las actividades propuestas por los docentes difieren enormemente según la rama de conocimiento en la que se esté trabajando. A pesar de ello, siempre hay prácticas susceptibles de ser propuestas para ser realizadas en grupo.

A la hora de diseñar la tarea, es importante comprender bien la esencia del trabajo cooperativo: los alumnos tienen que ponerse de acuerdo para lograr un fin común.

Partiendo de esta premisa, una buena manera de llevar a cabo el diseño de la actividad, es mediante la técnica Design.

Formación de los grupos

Formar los grupos en el AC es uno de los aspectos más comprometidos.

En etapas previas a la universitaria, donde los maestros conocen perfectamente a todos sus alumnos, se recomienda que sea el docente el que establezca los grupos para equilibrar el nivel, y todos aprendan de un modo similar.

En la enseñanza universitaria, y más aún en la semipresencial, esta premisa resulta inviable, por lo que el profesor debe actuar de forma que se sienta cómodo.

En el siguiente gráfico se muestran las opciones que tenemos a la hora de realizar los grupos.

Grupos en aprendizaje cooperativo. Si no lees la infografía pulsa aquí.

En primer lugar hemos de decidir cómo se establecen los grupos. A continuación, determinamos el número de componentes, que puede ser el mismo para todos los grupos, o bien estar comprendido entre un mínimo y un máximo que nosotros establezcamos.

La tarea grupal en Aula Virtual

Ya tenemos la tarea diseñada y hemos decidido qué tipo de grupos vamos a crear. Pero, ¿cómo lo gestionamos en el aula virtual? Lo vemos en una serie de pasos muy sencillos de seguir:

Figura 1.

  1. Crear los grupos en Moodle. Existe la opción de crear grupos de manera automática, o bien de forma manual. Podéis consultar en este manual cómo proceder.
  2. Comprobar que a cada estudiante le aparece en su perfil a qué grupo pertenece. Este paso es importante para evitar que haya errores, pues entregas y evaluación dependerán del equipo en el que se encuentren.
  3. Añadir la actividad. En el apartado de vuestro campus donde estéis acostumbrados a subir las tareas, añadir una nueva.Lo único en lo que difiere con respecto a las individuales, es que se debe abrir el menú desplegable “Configuración de entrega por grupo” e indicar “Sí” en las opciones de entrega por grupo (Figura 1).
  4. Avisar a los estudiantes que basta con que un miembro del equipo envíe la tarea, puesto que el programa asigna la entrega y la calificación a todos los componentes.

Recursos a emplear

Además del aula virtual, los estudiantes disponen de innumerables recursos tecnológicos para ponerse de acuerdo a la hora de realizar los trabajos, por lo que la comunicación no debería ser un problema a la hora de emplear el AC.

Por ejemplo, pueden emplear WhatsApp, Skype y Facebook para comunicarse, y Dropbox, One Drive o Google Drive para intercambiar y almacenar archivos.

Por otro lado, también se les puede sugerir que los avances en su actividad los registren a través de un blog o de MyDocumenta.

Evaluación de los equipos

Como ya vimos, una de las características del AC es una evaluación idéntica para todos los miembros del equipo. Esto tiene sentido porque no se puede medir la cantidad de trabajo de cada alumno en una actividad en la que se abarcan varios frentes.

Es importante, como en toda evaluación, que los estudiantes conozcan de antemano cuáles van a ser los criterios o ítems que van a guiar su evaluación, puesto que así pueden centrar mejor la tarea y adquirir un aprendizaje completo.

Evaluar a un grupo en Moodle no es diferente a evaluar una tarea individual, el proceso a seguir es idéntico. Y además, directamente te ofrece la posibilidad de aplicar la misma calificación a todos los componentes. De ahí que no sea preciso que todos los estudiantes envíen la tarea, sino únicamente un representante de cada equipo.

3. ¿Qué dificultades conlleva?

Resulta interesante orientar a los estudiantes al inicio del trabajo para que enfoquen el trabajo de un modo efectivo.

Antes de “repartirse” las tareas, es conveniente establecer las bases y la esencia del trabajo para que todos los componentes tengan clara la línea a seguir. Para lograrlo, pueden seguir estos pasos:

Pasos para establecer las bases y la esencia del trabajo. Si no lees la infografía pulsa aquí.

  1. Realizar de modo independiente una primera investigación superficial con el fin de saber de qué trata el tema.
  2. Llevar a cabo una lluvia de ideas en la que se definan las líneas a seguir en el trabajo.
  3. Compartir las fortalezas y debilidades que cada uno tiene. En este sentido, un ejercicio sencillo es que cada alumno dé a conocer qué puede aportar al grupo.
  4. Establecer los criterios a seguir, acordar reuniones (virtuales) periódicas y asignar tareas.

Suele funcionar el hecho de solicitar un esquema gráfico, póster o mapa conceptual, con los aspectos a desarrollar en su trabajo, pues les ayuda a organizar las ideas. De esta forma, nosotros también podemos valorar si van por buen camino o si, por el contrario, no han entendido el trabajo.

Es fundamental tener paciencia porque lo que más cuesta en los trabajos en equipo es arrancar. Una vez se tiene claro qué se quiere hacer, todo va mejor.

Apoyo durante el desarrollo

Durante la ejecución del trabajo es cuando surgen las dificultades relacionadas con la comunicación entre componentes y el grado de compromiso que tiene cada estudiante. Influye, fundamentalmente, la cantidad de tiempo que cada uno puede dedicar a los estudios.

En este sentido, hay que comprender que no importa la cantidad de tiempo que se dedica sino la efectividad que se tiene cuando uno se pone a trabajar.

Invitar a los estudiantes a mantener reuniones periódicas en las que compartan los avances que han hecho, así como las dudas que les surjan es una buena forma de mantenerles implicados. Si vemos que ellos solos no son capaces de organizarse, siempre podemos plantear tutorías, videoconferencias o “buzones de dudas” en los foros, para contribuir a la adecuada consecución de las actividades”

Por otro lado, recordar que hemos de ser flexibles con las fechas de entrega de las prácticas grupales en la educación a distancia, pues es tremendamente complicado hacer coincidir horarios.

Gestión de conflictos

Además de las dificultades inherentes al AC ligado a la educación online, cuando se trabaja de manera grupal siempre surgen conflictos porque cada uno tenemos una manera de ser y una forma de trabajar diferentes. Incluso cuando los grupos son elegidos por ellos mismos, pueden aparecer discrepancias que entorpecen la consecución de la tarea.

En la matriz se presenta el modelo de Thomas y Kilmann (1974) para gestionar los conflictos. En ella se muestran cinco posturas que se pueden adoptar cuando se trabaja en grupo. Lo ideal sería que todos los estudiantes estuvieran involucrados del mismo modo, puesto que comparten objetivos y, en teoría, todos quieren lograr el mismo fin.

Modos de conflicto de Thomas y Kilmann. Fuente. Si no lees la infografía pulsa aquí.

Sin embargo, debido a las diferencias lógicas de cada persona, esto no siempre es así, y por ello surgen los conflictos.  Es vital que los estudiantes se respeten y entiendan que la mejor manera de gestionar los conflictos es dialogando para obtener una solución y desbloquear la situación de conflicto.

El artículo “Cómo enfrentarse a los jetas y a los mantas”, disponible en recursos adicionales, es de lectura recomendada tanto para docentes como para estudiantes. Refleja muy bien la realidad del trabajo cooperativo y además da útiles consejos para enfrentarse a situaciones comprometidas.

Como docentes, ante cualquier conflicto lo mejor es conocer la opinión de todas las partes implicadas, promoviendo tutorías virtuales, o incluso presenciales si se diera el caso.

4. Buenas prácticas de AC

No se encuentran demasiados casos referenciados de aplicación de AC en educación semipresencial y online, y las opiniones al respecto a la consecución del mismo es dispar. Podéis consultar algunos artículos que ponen en relieve este  asunto en el apartado Recursos Adicionales que encontrarás al final del curso.

En cualquier caso, el análisis sobre el éxito o no del AC en educación semipresencial no debe limitarse a un curso lectivo, sino a la aplicación constante de esta metodología.

Una de las grandes ventajas del trabajo en equipo online es que se puede hacer desde cualquier dispositivo y desde cualquier lugar.
Una de las grandes ventajas del trabajo en equipo online es que se puede hacer desde cualquier dispositivo y desde cualquier lugar.

5. Conclusiones

Es nuestro deber como docentes asegurar que los estudiantes alcanzan las competencias establecidas para nuestras asignaturas, independientemente de la modalidad en la que se imparta la enseñanza.

El Aprendizaje Cooperativo es una metodología docente capaz de ser combinada con otras metodologías, que favorece las relaciones entre los estudiantes y que les permite conocer otros estilos de aprendizaje y de trabajo.

Como siempre que se aplica un método nuevo en la enseñanza, cuesta adaptarse, pero una vez que alumnos y profesores nos hayamos acostumbrado a realizar prácticas grupales en enseñanza semipresencial, el proceso será más sencillo y dotaremos a nuestros estudios de la calidad que merecen.

Recursos Adicionales

“Cómo enfrentarse a los jetas y a los mantas”

“Las técnicas de Aprendizaje Cooperativo mejoran y consolidan la calidad docente en la asignatura “Telemática” de EUETIB”

“Estrategia de enseñanza semipresencial centrada en aprendizaje colaborativo en educación superior”

“Tres años de experiencia cooperativa semipresencial con el alumnado a través de las TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación)”

Creating Effective Collaborative Learning Groups in an Online Environment

Cooperative learning in distance learning: a mixed methods study

Are online learners frustrated with collaborative learning experiences?

Seminario virtual sobre Herramientas colaborativas para gestionar proyectos y organizar tareas en la nube… (#webinarsunia)

Bibliografía

Cenich, G., & Santos, G. (2006). Aprendizaje colaborativo online: Indagación de las estrategias de funcionamiento. TE & ET.

Coll, C., Monereo, C. (2008). Psicología de la educación virtual. Aprender y enseñar con las Tecnologías de la Información y la Comunicación. Ediciones Morata: Madrid

Slavin, R.E., & Johnson, R.T. (1999).  Aprendizaje cooperativo: teoría, investigación y práctica. Buenos Aires: Aique.

Urien, A. & Osca, A. (2014). Competencias para trabajar en equipo [en línea] , Cursos abiertos de la UNED, 2013 [fecha de consulta: 18 abril 2016]. Universidad Nacional de Educación a Distancia.