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Introducción
Como resultado de las innovaciones tecnológicas se produce un desarrollo en cómo nos comunicamos de manera telemática y cómo evolucionan nuestras interacciones, apareciendo nuevos canales y formas de comunicación, además de una revolución en el acceso a la información.
Aunque las generaciones más jóvenes integran estas tecnologías digitales dentro de su día a día de una manera natural, esto no implica que realmente sepan utilizarlas y las apliquen como una herramienta dentro de su formación. A estas generaciones se las denomina “Nativos digitales” y ha sido habitual, cada vez menos, asociarle de manera implícita un dominio de dichas tecnologías, hecho que se ha demostrado que no tiene relación alguna.
Las plataformas de redes sociales, hasta ahora vistas como algo asociado solo al ocio y algunas ocasiones a iniciativas personales o proyectos aislados de docentes o equipos docentes, van tomando peso en el campo educativo e incluso dentro del campo más puramente científico. Así lo revela la VIII Encuesta de Percepción social de la Ciencia del FECYT destacando Internet como segunda fuente de información científica para la población española tras la televisión, y dentro de Internet destacan las redes sociales. La prueba es que cada vez más organizaciones e instituciones se encuentran en estos medios, hecho que refuerza las redes sociales como elemento didáctico.
Es difícil no encontrar a día de hoy una Universidad que no cuente con al menos un perfil en alguna red social, y cada vez más servicios, departamentos o grupos de investigación se apoyen de dichas tecnologías, sin olvidar a los propios docentes que van usando estos espacios como fuente de información y como espacio de difusión.
Nosotros como docentes debemos conocer este tipo de tecnologías y aplicarlas en nuestras asignaturas, con una doble finalidad, desarrollar competencias digitales clave y dar una dimensión o valor superior a nuestras asignaturas, abriendo el aula y acercándonos a nuestros estudiantes. Sin olvidar el provecho personal como profesional y docente que supone un espacio como es Internet donde poder dar visibilidad a nuestro trabajo y favorecer las relaciones profesionales, además de aprender de otros.
Definición
El concepto de red social no es algo nuevo y representan las relaciones (trabajo, aficiones, parentesco, etc.) que se dan entre los seres humanos, surgiendo en diferentes contextos de la vida de un individuo. Se puede definir como una estructura social compuesta por un conjunto de personas que se relacionan entre sí, existiendo diferentes vínculos de relación y grados de estos. Evolucionado en el tiempo tanto las relaciones existentes como las personas que constituyen la red social.
Cuando el contexto se da en un espacio virtual, como puede ser Internet, y estas relaciones están soportadas por software instalado en un servido, se habla de plataformas, sitios o servicios de redes sociales, también se conocen como “redes sociales virtuales”. Estos servicios están construidos aprovechando las ventajas que ofrece la Web 2.0, entendiéndola como una evolución de Internet como espacio en el que los individuos no solo consumen información, sino que también la generan y son activos en esta.
Todo individuo que participa en Internet automáticamente pasa a tener una identidad digital, una representación del individuo como resultado de todo lo que hace en la red, lo que se conoce como huella digital, creada tras su paso por Internet. Toda acción asociada a su persona construirá esta identidad, desde un inocente comentario en un blog hasta fotografías subidas o cualquier tipo de publicación, incluso la actividad de terceros si mencionan a dicha persona. Asociada a la identidad digital encontramos la reputación online que hace referencia a cómo nos ven terceros y es un aspecto totalmente subjetivo de nuestra identidad, y por otro lado la visibilidad o lo conocido que somos, aquella suma de acciones asociadas a nuestra identidad digital que indican el grado de una manera objetiva de presencia que tenemos en la red.
Las plataformas de redes sociales permiten a los individuos construir perfiles públicos o privados que representen su identidad digital y conectar con otros usuarios, sean conocidos o no, para interactuar a través de publicaciones de cualquier tipo, habitualmente texto, pero también imagen, vídeo, audio, recopilaciones de enlaces a páginas web, etc.
Se empieza a hablar de términos como “universidades 2.0” con una finalidad social en la que colaborar a través de las herramientas que ofrece la Web, creando espacios comunes en los que interactuar y generar sinergias entre docentes, investigadores, alumnos, profesionales y en general todo el conjunto de la sociedad.
Clasificación
Las plataformas de redes sociales, en su carrera contrarreloj hacia el liderazgo en cuanto a número de usuarios, están en constante evolución y adaptación de sus características, desechando aquellas menos utilizadas y añadiendo o potenciando aquellas que triunfan.
En las primeras versiones de estas plataformas cada una buscaba un elemento que la diferenciase del resto centrándose en él, en la actualidad cuando un elemento funciona se trata de implementar y adaptar, pasando a tener plataformas multifunción. Es por esto que cada vez se hace más complejo una clasificación perdurable y lo más importante que organice estos servicios por sus características, dado que cada vez cuentan con más variedad de funcionalidades.
A continuación se propone una clasificación basada en la que propone De Haro (2010) que tiene en cuenta por un lado el tipo de plataforma y por otro las actividades que permite realizar.
En una primera aproximación destacan dos tipos:
- Servicios de redes sociales estrictas.
- Servicios de la Web 2.0 con características de red social.
La siguiente figura muestra un esquema de la clasificación propuesta por De Haro:
Dentro de la primer tipo de servicios de redes sociales están aquellas denominadas como estrictas y cuyo objetivo principal es conectar a las personas:
a) Horizontales o de uso general
No cuentan con una finalidad específica y los usuarios que se crean un perfil haciendo diversos usos de las herramientas con las que cuentan. Suelen ser las que más número de usuarios registrados tienen. Ej.: Facebook, Twitter, Google+, etc.
b) Verticales
Tienen un objetivo específico y es habitual que los propios usuarios sean los que las crean para alcanzar este fin, dentro de estas se encuentran las educativas. Los propios usuarios pueden crear espacios concretos en forma de redes independientes, desde clases por ejemplo con Edmodo a auténticas redes sociales como en Ning o Elgg.
Dentro de las verticales hay dos tipos, por un lado sitios web que permiten crear dichos espacios independientes (Edmodo, Twiducate o Ning) o por otro lado software específico que se tendrá que instalar en un servidor para crearlos (BudyPress o Elgg).
Incluido en el segundo tipo están aquellos servicios de la Web 2.0 que giran en torno a algún objeto como pueda ser el vídeo, la imagen, documentos o las relaciones laborales, y como característica adicional permiten la conexión entre las personas:
b) Profesionales
Están dirigidas a un público específico como son profesionales de diversas especialidades, girando en torno a los documentos o un currículum. Ej.: Linkedin, Research gate, Academia.edu, About.me, etc.
c) Redes sociales de contenido
Servicios Web 2.0 que tienen como objetivo compartir información y recursos en forma de diferentes tipos de contenidos. Ej.: Slideshare, Flickr, Pinterest, Instagram, YouTube, Vine, etc.
d) Aulas virtuales con característica de red social
El tercer tipo de servicio serán las plataformas de e-learning o LMS (Learning Management Systems), espacios para crear aulas virtuales que combinan herramientas sociales y contenidas. La tendencia actual de estas plataformas es hacia un funcionamiento similar al que poseen las plataformas de redes sociales, como son los muros o líneas de tiempo, organizándose los contenidos y la actividad en función a cómo los estudiantes van trabajando, en lugar a estructuras fijas impuestas por versiones anteriores de los LMS, además de permitir la interacción con los propios contenidos. Existen autores que incluyen aquí plataformas como Edmodo o Twiducate.
Por último mencionar las aplicaciones de mensajería instantánea asociadas a móviles, las cuales aunque con una estructura distinta tienen una función muy semejante las plataformas de redes sociales.
Bibliografía
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